El concepto de sostenibilidad tiene su origen hace ya más de 30 años. Sin embargo, es en la ultima década cuando el desarrollo sostenible parece impregnar cualquier actividad. Ya no es una cuestión de moda, sino de responsabilidad individual y colectiva. Afecta a los hábitos sociales y de consumo, a la industria, al transporte… en definitiva, a cualquier sector.

Hoy somos más exigentes y esa imposición se aplica también al disfrute de nuestro entorno y diseño de ciudades. Queremos espacios inclusivos, más verdes, resilientes, elementos pensados para las personas y, materiales y mobiliario urbano sostenible y eficiente. ¿Inviable? Para nada: estas características son ya una realidad.

Los materiales sostenibles como nuevos protagonistas del espacio público

La próxima vez que te sientes en un banco urbano en la plaza de tu pueblo, juegues en un parque infantil o simplemente pasees por tu ciudad, analiza el diferente mobiliario urbano que te rodea.

En Decópolis, nos tomamos muy en serio la sostenibilidad medioambiental y el respeto por el entorno. Por ello, utilizamos materiales que no solo supongan un ahorro de costes en cuanto a su durabilidad, sino que se rijan por la máxima “ecosostenible”.

Por ejemplo, el mobiliario urbano hecho a partir de madera cuenta con el sello FSC (Forest Stewardship Council) que garantiza que esa madera procede de bosques y plantaciones bien gestionados según estrictos estándares internacionales de sostenibilidad.

Si se opta por componentes plásticos, empleamos únicamente plásticos reciclados, utilizando solo materia prima libre de tóxicos y partículas nocivas para la salud. Y es que cada elemento y su composición atiende a muchos criterios. Sin embargo, es obligación de empresas y corporaciones hacer uso de materiales sostenibles que cuiden del entorno natural y el medio ambiente.

¿Puede el material urbano impulsar una conciencia y hábitos ecosostenibles?

Partimos de que todos tenemos ya esa lucecita encendida que nos incita a actuar de manera responsable con nuestro entorno. No obstante, el mobiliario urbano ecológico puede empujarnos a ser más sostenibles y adquirir buenos hábitos.

Por ejemplo, unos buenos puntos de recogida selectiva en espacios públicos serán la clave para que el ciudadano recicle más allá del propio hogar. Otro ejemplo es la señalética integrada o señalización en entornos rurales que muestran rutas biosaludables para practicar senderismo y nos acercan, además, al entorno natural. O incluso, mobiliario urbano que delimita espacios verdes para preservar su biodiversidad o evitar que entremos como elefantes en una cacharrería.

Es el caso de zonas de costas y playas donde los proyectos que desarrollamos contribuyen directamente a la protección de dichos espacios naturales y a mejorar la accesibilidad sin intervenir negativamente en el entorno. Hablamos, por ejemplo, de eliminar barreras arquitectónicas o elementos caducos para instalar nuevo mobiliario urbano ecológico bien integrado en el espacio. Asimismo, planteamos zonas de descanso y sombra para personas con movilidad reducida, proyectos que se certifican a través de AENOR.

Pasarela de madera que facilita el acceso a las zonas de playa

Si algo está claro es que tanto la sociedad como las corporaciones debemos ser más estrictos con las buenas prácticas independientemente de nuestra actividad. Ya no únicamente empleando materiales sostenibles, sino garantizando que el proceso de producción sea ecofriendly. En Decópolis somos conscientes de la importante de llevar los valores medioambientales a todos los procedimientos como la gestión de residuos sostenible. Y como somos congruentes y para nada del “greenwashing”, te animamos a conocer más sobre nuestros proyectos.